Firenze S.M.N: la estación de los gitanos

En los últimos días, después de que los nuevos gitanos contra puestas en marcha por la Prefectura y los Ferrocarriles del Estado, verso le 8,30 decidimos, como la redacción, para llevarnos a la estación de tren de Santa Maria Novella de visita.

Tanto el Prefecto Varratta que el Alcalde lo supieron Nardella, en el rostro de tantas quejas de nuestro estresado por la presencia constante de los gitanos que rodean a los turistas que piden monedas, cigarrillos, regalini, aiutini, que no habría más controles y más personal, para impedir el acceso a la estación que no está en posesión del billete de tren.

Por su parte, los Ferrocarriles del Estado afirmaron haber aumentado el número de "controladores" en la estación de: personal adicional con la tarea de eliminar los romaníes cuando molestan los viajeros.

De hecho, tienes que admitir que - por lo menos cuando fuimos nosotros, Lunes por la mañana – que la situación parece haber mejorado: cada pista tiene al menos un policía y un controlador de Ferrocarriles; Además, la entrada de cada pista se colocaron dos vallas para impedir el paso de los astutos habitual sin billete, Los extranjeros en general, personas sin hogar, que no corren el riesgo de tomar esto aún la multa prevista por viajar sin billete válido.

Al llegar a la estación de, esperando el tren, Fui al tabaco, justo lo que en la estación, donde se pueden comprar ya sea desde la parte frontal de los raíles, que la otra parte, más escondido, en el salón del billete.

Desde la fila de los carriles laterales muy largo decidí trasladarme al otro lado. Que, extrañamente, no había ni policías ni los controladores. Pero hubo al menos cuatro gitana que molestó a los turistas, especialmente Inglés, Americano, Alemán. Uno de ellos también se enojó porque era un gitano demasiado cerca y siguió a tocar las teclas de la pantalla de la máquina de billetes. Otros, estresado y desesperado, han sucumbido y decidió dejar el resto del precio del billete a la gitana para deshacerse de forma permanente, porque ya no puede.

Compre mis cigarrillos y un boleto kilometraje, No he tenido tiempo de poner en la mochila mochila de cigarrillos al gitano, diferente de la de las máquinas, Se me acercó de inmediato, decir: "Desde el dinero por favor, el dinero ". Cuando me negué, continuó: "Dame dos cigarrillos, de los cigarrillos ". Corrí rápidamente para ir a la pista, Me salvó antes de que otro gitano pidiendo un cigarrillo. Prácticamente en menos de 10 tres minutos más que vinieron a preguntarme a gitanos de cigarrillos.

Tan pronto como las pantallas de luz han informado de la vía del tren elegido, para ver si la situación había cambiado en los convoyes, Yo empecé, Mochilero, se divierte el sombrero en la cabeza, vaqueros e t-shirt, como mero pasajero, Haga binario.

Que, en el principio de la pista, obstáculos en el medio, es el policía que el controlador, no sólo me he visto, pero ni siquiera se molestan en comprobar si tenía un billete de tren.

Me subí al tren, donde tuvimos que esperar así 20 minutos - Retraso – antes de irse: todo el camino, de Florencia a Pescia nunca ha superado el controlador.

Después de unos segundos se produjeron un rumano gitana con un acordeón. Empezó a jugar!

Y algunos viajeros han comentado: "Pero entonces,, el oficial de policía y el controlador de rastrear lo que se utilizan?”

Yo y otros 14 vagón de pasajeros tiene soptomó casi cinco minutos para que su tintineo molesto, juega con el volumen alto: un tizio elegante, quien estaba llamando, blasfemado porque ya no sentía nada, un niño le preguntó a su amigo por qué había un gitano a pesar de los controles, visitante sonriendo, otros fingieron nada. Por fin, la gitana comenzó a pedir dinero a los pasajeros.

Tengo que admitir que yo era arrogante e insistente como muchas otras (algunos incluso están amenazando y violento, sobre todo con las mujeres solteras), pero tan pronto como llegó a la parte trasera del carro, se volvió, Él me miró y los otros pasajeros, y dijo en alta voz:: "Quince personas, sólo 80 centavos ... ", y luego dejar ir en la ofensiva pesada hacia nuestros padres, especialmente a nuestras madres.

Un hombre se puso de pie y le gritó en la cara para salir de inmediato de lo contrario habría terminado muy mal. Pero la Roma sonrió a modo de burla y en silencio se fue a jugar a otro vagón.

En conclusión: Firenze S.M.N. sigue siendo la estación de los gitanos.

Con el fin de proteger a los viajeros de los gitanos deben ser removidos tan pronto como sea posible.

No es suficiente para rechazarlos proclamaciones sino una acción seria, represiva y constructivo.

Michael Lattanzi

Por el número 27 – El año del 16/07/2014